sábado, 28 de febrero de 2015

Quizás también nosotros seamos mentira

Rene Descartes nace en la nobleza baja francesa, aunque vive parte de su vida en Holanda. Es considerado el padre de la filosofía moderna y publicó sus teorías en el discurso del método. Muere en 1650.
 En esta entrada me centraré en su hipótesis del genio maligno que es un recurso argumentativo que este filósofo propone en las Meditaciones Metafísicas. Con él, termina la duda metódica, adquiriendo al máxima radicalidad, aunque también hablaré de la hipótesis del sueño de este mismo. Nuestro filósofo nos sugiere que quizás hemos sido creados por un Dios que nos obliga a engañarnos, que nos ha organizado de tal manera que creemos que vivimos, realizamos y pensamos una verdad cuando realmente todo es un error. Esta afirmación llega hasta el punto de cuestionar las matemáticas, que en ese período eran una ciencia totalmente verdadera.
Aunque Descartes no determinó firmemente que tal genio existiese si tenía un objetivo: investigar si es posible encontrar algo que sea absolutamente indudable: si encontramos una creencia que llegue a superar esta hipótesis, su calidad como verdad será extraordinaria. 

Y ahora intentando alejarnos un poco de lo que es la teoría en sí y reflexionando ¿qué pasaría si esto fuera verdad? Actualmente, está idea ni se considera pues quizás los filósofos posteriores hayan conseguido encontrar un argumento para refutarla, pero pongámonos en el hipotético caso de que este genio maligno o dios engañador existiera e intentara dirigirnos hacia donde quisiera y por consiguiente viviéramos en una mentira, pero creyendo que es verdad. Este genio sería quién decidiría sobre nosotros, quién determinaría nuestro momento final y cuando nos deben ocurrir las cosas buenas y las cosas malas. Como si fueramos las figuras del ajedrez y un dios engañador nos moviera a su antojo y por estrategias.
En cuanto a la hipótesis del sueño de Descartes, es una posibilidad lógica, ya que no es una contradicción afirmar que todo lo que estamos percibiendo sea un sueño o parte de un sueño. Ahora bien, si eso fuese cierto, entonces la fiabilidad de nuestro conocimiento quedaría en suspenso de golpe y totalmente. Viviríamos en un mundo creado para nosotros pero que nosotros pensamos que es real, aunque quizás ni nosotros mismos seamos reales. ¿Quién nos confirma que somos reales, que somos algo y que vivimos en el mundo real? ¿quién nos confirma que existe un mundo real? quizás solo existe "el mundo de mentira" y también nosotros seamos de mentira. 
(Con ser mentira me refiero a no ser reales, al igual que como si viviéramos en un sueño.)

1 comentario: